Un año. Todo vuelve a la normalidad.
No. No estamos muertos. Estamos vivos y trabajando...
Dice el oficialismo que Oaxaca ha vuelto a la normalidad y todo parece indicar que es cierto... todo vuelve a ser normal:
A un año del fallido desalojo del plantón magisterial y en espera de las elecciones para diputados el agosto próximo, Oaxaca vuelve a ser la misma.
Los mismos candidatos quieren volver al puesto, los mismos partidos corean defender al pueblo, los mismos que pidieron la fuerza pública el año pasado ahora quieren un Oaxaca reconciliado y con diálogo.
El mismo gobernador sigue utilizando a la misma policía para detener las diversas manifestaciones de inconformidad. Tan normal como antes. Los mismos pueblos siguen gritando desde su marginación porque continúan con las mismas carencias, las mismas enfermedades, los mismos obstáculos. Tan normal...
Siguen las obras sin licitarse, sigue una pretendida Reforma del Estado con los mismos de siempre, los de arriba, con el mismo títere pero que ahora está en otro partido, siguen las ilegalidades disfrazándose con piruetas jurídicas, avaladas por el mismo Congreso, el que hace un año pidió la entrada de las Fuerzas federales y que ahora, ante la llegada de las elecciones, se dicen defensores del pueblo y reprueban las acciones del gobierno.
Oaxaca ha vuelto a la normalidad. Las mismas exigencias serán coreadas mañana en la marcha que conmemora lo que aquí se ha llamado "diálogo", es decir, el uso de la fuerza pública, dicho sea de paso, en el nombre del Estado de Derecho. Y nosotros seguimos con el mismo discurso, con la misma gráfica, la gente sigue viendo las mismas novelas, la misma selección de futbol, los mismos trapitos al sol del artista de moda, tan idiotas como siempre, tan normal...
Oaxaca, a un año, ha vuelto a la normalidad, porque aquí no ha pasado nada.
Dice el oficialismo que Oaxaca ha vuelto a la normalidad y todo parece indicar que es cierto... todo vuelve a ser normal:
A un año del fallido desalojo del plantón magisterial y en espera de las elecciones para diputados el agosto próximo, Oaxaca vuelve a ser la misma.
Los mismos candidatos quieren volver al puesto, los mismos partidos corean defender al pueblo, los mismos que pidieron la fuerza pública el año pasado ahora quieren un Oaxaca reconciliado y con diálogo.
El mismo gobernador sigue utilizando a la misma policía para detener las diversas manifestaciones de inconformidad. Tan normal como antes. Los mismos pueblos siguen gritando desde su marginación porque continúan con las mismas carencias, las mismas enfermedades, los mismos obstáculos. Tan normal...
Siguen las obras sin licitarse, sigue una pretendida Reforma del Estado con los mismos de siempre, los de arriba, con el mismo títere pero que ahora está en otro partido, siguen las ilegalidades disfrazándose con piruetas jurídicas, avaladas por el mismo Congreso, el que hace un año pidió la entrada de las Fuerzas federales y que ahora, ante la llegada de las elecciones, se dicen defensores del pueblo y reprueban las acciones del gobierno.
Oaxaca ha vuelto a la normalidad. Las mismas exigencias serán coreadas mañana en la marcha que conmemora lo que aquí se ha llamado "diálogo", es decir, el uso de la fuerza pública, dicho sea de paso, en el nombre del Estado de Derecho. Y nosotros seguimos con el mismo discurso, con la misma gráfica, la gente sigue viendo las mismas novelas, la misma selección de futbol, los mismos trapitos al sol del artista de moda, tan idiotas como siempre, tan normal...
Oaxaca, a un año, ha vuelto a la normalidad, porque aquí no ha pasado nada.
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