jueves, junio 14, 2007

A un año ¿Qué ganamos?

Bien podríamos sentirnos un ejemplo a seguir y corear que Oaxaca se ha convertido en una lección para México y para el mundo. Incluso creernos merecedores de algún tipo de gloria. Pero no, lo cierto es que no lo merecemos.

Habrá quienes dirán que perdimos.
Perdimos la vida de nuestros compañeros, insustituibles de modo alguno. Colmenares, Tapia, San Pablo Pánfilo, Brad Will, son ya referencia obligada para quienes recordamos, entre otras, la pérdida de vidas durante el conflicto.
Perdimos tiempo, nos dirán, pues de nada sirvió el movimiento cuando no se logró lo que se buscaba.
Perdimos el rumbo, nos dicen, porque Oaxaca se ve hundida en una crisis económica.

Habrá otros que nos dirán que nada ganamos.
Ulises Ruiz sigue siendo el gobernador del estado, el PRI, el PAN y el PRD se jalonean por un hueso, no logramos nada...

Nuestros detractores llaman a nuestro movimiento un movimiento vandálico, bárbaro, salvaje. Creen que no podemos razonar y que somos incapaces de dialogar con alguien.

Pero sí ganamos... con todos los obstáculos, con la certeza de que perdimos y no ganamos, en verdad ganamos.

Ganamos porque aprendimos una lección, y es que el nepotismo, la intolerancia, la opresión de un sistema político caduco hizo que los oaxaqueños envueltos en el movimiento, sin experiencia en estos ámbitos, sin pertenencia a grupos o partidos, a organizaciones, así solitos, pudimos ser uno.

Ese 14 de junio no puede olvidarse... no por recordar a un gobierno que utilizó las armas contra su pueblo. Ese 14 de junio será inolvidable porque así, casi de la nada, supo organizarse un pueblo sediento de justicia, harto del autoritarismo.

Recordemos pues, que el 14 de junio logramos vencer a un cuerpo policiaco que se supone debería protegernos. El 14 de junio de 2006 un pueblo lleno de diversos pueblos aprendió que puede ganar si se organiza, aprendimos que la posibilidad del triunfo está en cada uno de nosotros.

miércoles, junio 13, 2007

Un año. Todo vuelve a la normalidad.

No. No estamos muertos. Estamos vivos y trabajando...

Dice el oficialismo que Oaxaca ha vuelto a la normalidad y todo parece indicar que es cierto... todo vuelve a ser normal:

A un año del fallido desalojo del plantón magisterial y en espera de las elecciones para diputados el agosto próximo, Oaxaca vuelve a ser la misma.

Los mismos candidatos quieren volver al puesto, los mismos partidos corean defender al pueblo, los mismos que pidieron la fuerza pública el año pasado ahora quieren un Oaxaca reconciliado y con diálogo.

El mismo gobernador sigue utilizando a la misma policía para detener las diversas manifestaciones de inconformidad. Tan normal como antes. Los mismos pueblos siguen gritando desde su marginación porque continúan con las mismas carencias, las mismas enfermedades, los mismos obstáculos. Tan normal...

Siguen las obras sin licitarse, sigue una pretendida Reforma del Estado con los mismos de siempre, los de arriba, con el mismo títere pero que ahora está en otro partido, siguen las ilegalidades disfrazándose con piruetas jurídicas, avaladas por el mismo Congreso, el que hace un año pidió la entrada de las Fuerzas federales y que ahora, ante la llegada de las elecciones, se dicen defensores del pueblo y reprueban las acciones del gobierno.

Oaxaca ha vuelto a la normalidad. Las mismas exigencias serán coreadas mañana en la marcha que conmemora lo que aquí se ha llamado "diálogo", es decir, el uso de la fuerza pública, dicho sea de paso, en el nombre del Estado de Derecho. Y nosotros seguimos con el mismo discurso, con la misma gráfica, la gente sigue viendo las mismas novelas, la misma selección de futbol, los mismos trapitos al sol del artista de moda, tan idiotas como siempre, tan normal...

Oaxaca, a un año, ha vuelto a la normalidad, porque aquí no ha pasado nada.

Y como decía mi abuelo: Así es. si no, no lo sería