En el principio era el silencio y la represión…
Y sucede que estudiábamos técnicas gráficas, nos sabíamos buenos dibujantes, ilustradores y diseñadores. La escuela nos enseñaba que la publicidad es lo mejor para el diseñador gráfico. Pero faltaba algo, siempre había esa sensación de que era necesario completar esa idea que teníamos del “diseñador” con aquello que no tardaría en llegar.
Antes de que el Colectivo Zape1 se abriera a la luz pública en septiembre de 2005, ya cada uno de nosotros sentía esa necesidad de expresión propia de cualquier joven que mira a su sociedad más allá de “Yo soy trabajador, yo soy feliz”. Cada uno por su lado hacía pequeños e invisibles intentos de devolver al medio social de nuestro entorno, algún mensaje o una simple expresión de lo que queríamos gritar pero que se ahogaba en la garganta justo antes de salir. Ya fuera por medio del graffiti, del volante, del cartel o de algún otro medio alternativo, buscábamos eco de diferentes temas que creíamos era necesario socializar. Teníamos que usar nuestro aprendizaje de diseñadores gráficos en algo más que insulsas tarjetas de presentación, trípticos o folletos corporativos o seguir soñando con ser algún día el diseñador para una marca transnacional.
Y tal vez habríamos seguido así, en la clandestinidad de nuestra pequeña ciudad de Oaxaca y cada quien por separado pero hubo un detonante muy importante. Valga decir que fue tan importante que desembocó en el movimiento social de 2006 y que tuvo alcances internacionales.
En 2004 llegó al cargo de gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. En medio de unas elecciones descalificadas por el resto de los sectores políticos, con una campaña basada en ofrecer “Empleo y seguridad”, con un compromiso de abatir el problema de la falta de agua potable y sobre todo, con la premisa de no permitir marchas y plantones, la gestión del nuevo gobernador comenzó con los ojos de una sociedad expectante y vigilante de lo que sucedería. Pronto se dieron visos de una actitud impropia de un gobernante: Toma de decisiones sin consulta al público, incapacidad de diálogo y sobre todo un tono amenazante del discurso contra aquellos que no estuvieran alineados con la nueva forma de gobierno.
Si bien ya habíamos tratado temáticas importantes como el Plan Puebla-Panamá (hoy Plan Puebla-Bogotá), el Calentamiento global, la Invasión a Afganistán y a Irak, aún eran fenómenos muy lejanos y no la tratamos como un equipo, como un colectivo. Tendríamos que esperar a que sucedieran “cosas” en nuestro entorno inmediato para que comenzáramos a platicar sobre la necesidad de conformarnos como un equipo de trabajo gráfico. Era una forma de utilizar el arte gráfico como arma social.
En medio de obras innecesarias, con presupuestos sin justificar, con la utilización de cuerpos paramilitares, con un claro ejercicio de represión contra las libertades básicas de información y la libertad de expresión y con un poco de temor acerca de lo que pudiera pasar, el colectivo fue tomando forma en 2005, hasta que en septiembre presentamos una exposición de carteles, lo que marcaría el inicio formal del Colectivo Zape
1 En el lenguaje coloquial de México, un zape es un golpe en la cabeza, a manera de coscorrón.
Antes de que el Colectivo Zape1 se abriera a la luz pública en septiembre de 2005, ya cada uno de nosotros sentía esa necesidad de expresión propia de cualquier joven que mira a su sociedad más allá de “Yo soy trabajador, yo soy feliz”. Cada uno por su lado hacía pequeños e invisibles intentos de devolver al medio social de nuestro entorno, algún mensaje o una simple expresión de lo que queríamos gritar pero que se ahogaba en la garganta justo antes de salir. Ya fuera por medio del graffiti, del volante, del cartel o de algún otro medio alternativo, buscábamos eco de diferentes temas que creíamos era necesario socializar. Teníamos que usar nuestro aprendizaje de diseñadores gráficos en algo más que insulsas tarjetas de presentación, trípticos o folletos corporativos o seguir soñando con ser algún día el diseñador para una marca transnacional.
Y tal vez habríamos seguido así, en la clandestinidad de nuestra pequeña ciudad de Oaxaca y cada quien por separado pero hubo un detonante muy importante. Valga decir que fue tan importante que desembocó en el movimiento social de 2006 y que tuvo alcances internacionales.
En 2004 llegó al cargo de gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. En medio de unas elecciones descalificadas por el resto de los sectores políticos, con una campaña basada en ofrecer “Empleo y seguridad”, con un compromiso de abatir el problema de la falta de agua potable y sobre todo, con la premisa de no permitir marchas y plantones, la gestión del nuevo gobernador comenzó con los ojos de una sociedad expectante y vigilante de lo que sucedería. Pronto se dieron visos de una actitud impropia de un gobernante: Toma de decisiones sin consulta al público, incapacidad de diálogo y sobre todo un tono amenazante del discurso contra aquellos que no estuvieran alineados con la nueva forma de gobierno.
Si bien ya habíamos tratado temáticas importantes como el Plan Puebla-Panamá (hoy Plan Puebla-Bogotá), el Calentamiento global, la Invasión a Afganistán y a Irak, aún eran fenómenos muy lejanos y no la tratamos como un equipo, como un colectivo. Tendríamos que esperar a que sucedieran “cosas” en nuestro entorno inmediato para que comenzáramos a platicar sobre la necesidad de conformarnos como un equipo de trabajo gráfico. Era una forma de utilizar el arte gráfico como arma social.
En medio de obras innecesarias, con presupuestos sin justificar, con la utilización de cuerpos paramilitares, con un claro ejercicio de represión contra las libertades básicas de información y la libertad de expresión y con un poco de temor acerca de lo que pudiera pasar, el colectivo fue tomando forma en 2005, hasta que en septiembre presentamos una exposición de carteles, lo que marcaría el inicio formal del Colectivo Zape
1 En el lenguaje coloquial de México, un zape es un golpe en la cabeza, a manera de coscorrón.
Etiquetas: textos
Saludos desde Costa Rica compañer@s, me ha encantado su iniciativa y ojalá, muy pronto, sea en toda latinoamérica donde se desarrollen colectivos como éste. Me he identificado mucho con sus ideas, de hecho estudi(aba) en la facultad de artes y a falta de compromiso social y de decenas de cabezas que no piensan más que "ganarse la vida" vendiendose a una transnacional, decidí salirme. Me gustaría saber más de su trabajo y de cómo fue surgiendo.. aqui un grupo de gentes hacemos de cuando en cuando alguna acción de ese tipo, salimos a rayar, colgamos mantas y esas cosas, pero no estamos propiamente "formados" asi que por favor si se pueden comunicar estaría mas que agradecido..
Saludos fraternos!
PD: Aquí tenemos un trabajo qu presentamos en nuestra visita al congreso de psicologia social de la liberación en chiapas: www.golpeparia.blogspot.com ojalá puedan echarle un ojo!
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11:24 p.m.